PER ACCIDENS
Lo que no quiero es olvidarte,
y te escurres de mi memoria,
y te sujeto fuerte
para que no te vayas.
Para que no se vaya el viento
que guarda tu presencia entera,
tu esencia de mujer
entregada al mundo. Mujer y mundo
que se funden ahora que te vas.
Lo que no quiero, ¡coño!,
lo que no asumo es tener que olvidarte.
Ojalá hubiera podido guardarte
un trocito de mí en alguna esquina
del alma que ignora y cabalga
tan lejos de mis pasos.
Hace tiempo que emprendiste el viaje,
y yo hace algún tiempo que no respiro,
que ni siento mis pasos,
que ni la muerte siento.
Hace tiempo que me quedé sin ti.
Me apego, pego y me voy revolviendo
en los recuerdos que hierven la sangre,
en las quimeras de antaño,
en estas ruinas de Itálica herida.
Ya es tarde, muy tarde para seguirte,
pero yo sigo aquí, aquí en cenizas
sin querer olvidarte.
Este poema tiene una gran ternura y sencillez. Y eso, a la hora de escribir es muy importante, porque da al lector la sensación de poder compartirlo.
Me gustaría animar a quien lo ha escrito a seguir escribiendo y atreviéndose a mostrar sus escritos.
Alenarte. Revista.