Quédate al lado del camino de ida y vuelta
por el que viajan mis azules esperanzas.
Beberemos juntos el vinagre y el vino.
Recorreremos juntos la miel y el asfalto.
Mi mano, escondida entre las tuyas,
aprenderá a escuchar sus sonidos en mi espalda.
Quédate en el libro en blanco
que hay en esa estrella,
recordaré su nombre y su pasado,
su luz será el incierto camino de fracasos y risas,
se quedará en mi pelo y en tu boca,
allí donde los pensamientos son futuro.
Quédate en el rincón del corazón
que humedece mi sonrisa.
Quédate en la noche que sigue a la mañana.
Inventaremos días de relojes sin manillas,
veranos en invierno, de horas transparentes.
Quédate ahí, donde tus ojos sólo miren en azul,
y tu boca pueda tan sólo ser reflejo de mi boca.
Quédate…
No te vayas
2003